RENATA MARTÍNEZ



EL BUENO
EL MALO &
EL FEO
Sergio Leone, guionista, productor y director de cine italiano es conocido popularmente por sus entregas cinematográficas categorizadas como Spaghetti Western. La película de 1966 “El bueno, el malo y el feo” es un claro ejemplo de su trabajo con historias que implican al viejo oeste. La cinta está basada en la ambición del hombre, los vaqueros haciendo uso de sus armas, actuando a costa del resto de sus pueblos y tratando de conseguir la mayor suma de dinero. Como su nombre lo dice, se establecen tres personajes principales; mientras el bueno y el feo tienen una especie de alianza en la que el feo se mete en problemas y el bueno lo salva consiguiendo el dinero, el malo abusa de su poder y busca la riqueza por cualquier medio.
Las constantes peleas y encuentros hacen que la película tenga una duración de casi tres horas, pero no sólo son los hechos lo que la hacen larga sino que los planos y encuadres que se utilizan en la cinta acentúan cada situación de manera notable. Empezamos la película con el close de up del rostro de un vaquero que se encuentra con otros para un encuentro mortal. En cada una de las batallas los encuadres y las tomas hacen que el espectador viaje de un lado a otro de la escena, agraviando la tensión y situación presentadas. El plano americano es claramente utilizado, presentando a los personajes en un ligero contrapicado que acentúa su personalidad. En la escena final donde, después de haber vivido un sinfín de hazañas, el bueno, el malo y el feo se encuentran para reclamar su tesoro anhelado, el espectador salta de un plano general, a un plano medio, a un close up del rostro, a un close up de la pistola, a un extreme close up de los ojos, provocando que los nervios incrementen y que el anhelo de llegar a la resolución, mantenga el ambiente de suspenso.
Personalmente, la calidad y continuidad de las tomas me pareció impresionante. Además, el hecho de que sea un director italiano grabe una secuencia correspondiente de la historia de Estados Unidos y logre una entrega adecuada, es un logro considerablemente memorable. Bien es dicho que Leone es muy reconocido por esta clase de filmes. Sin brincar a la fantasía, la historia presenta un buen desarrollo que, más que nada, es un estudio visual que nos lleva de la mano a través de un sube y baja de sucesos, acompañados con música, balazos y mucho dinero.
